martes, 5 de abril de 2011

Madre

Cuando eras una niña
yo te hice una promesa
tú has olvidado todo
y yo nunca he crecido.

Por favor, no prosigas
tu visión me hace daño
estoy solo y perdido,
como siempre lo he estado.

Debajo de la lluvia
yo cantaba tu nombre
y en pobres garabatos
yo plasmaba tus rasgos.

Sangrábanme las yemas
por no tener tu pelo
como ahora los labios
se muerden en silencio.

No escuches el silencio

Cuando mi nombre se disuelva en el agua
y su rostro es todo lo que veas

Cuando te arranque un jadeo entre las sábanas
y te aferres a su piel inamovible

No escuches el silencio.
Ahora está en el muro
sin color ni relieve
ahora pertenece
al vasto cementerio
ya casi no aparece
se está desvaneciendo.
Ahora está en el suelo
que piso sin pensarlo
en el aire que inhalo
sin saber qué me trago.

Casi sin percatarme
voy tomando otro rumbo
un barco de papel
que confía en el agua.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Aunque nos salga mal

Intentamos exorcizar
con rituales graciosos
el demonio que sólo conoce una llave.
Envejecimos tan pronto
como un niño que aprendió a matar.

Por qué no vienes esta noche
e intentamos hacer algo, aunque nos salga mal.
El único estado donde puedo alcanzar la belleza
es éste
por favor
que sea lo último que muera.

viernes, 28 de enero de 2011

1

Cuando me permito descansar mis ojos
en el paisaje atemporal de tu retrato
por un instante creo
a veces
de nuevo.
Creo que una mañana despertaré sorprendido
por el sonido de tus labios besando mi cuerpo
Creo que tendré tu rostro frente a mí de nuevo
para tomarlo entre mis manos cual si fuese lo único tangible.

2

Las palabras fuertes se olvidan
sólo las caricias quedan
y si volvieras ahora
te abrazaría llorando.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Ella le reza a su musa todas las noches
En las que soy un ídolo abandonado
Y se deleita en desangrarse en un lecho de estrellas
Mientras mi corazón está seco de pedir auxilio.
Sé que soy otra figura en el mural;
Carezco de volumen
Y de significado.
Ella pasa a mi lado
Y yo me acomodo en su sombra,
Ella roza mis miembros muertos sin sospechar
Que mi espíritu se estremece.

Si ella pudiera confiarme sus turbulentos sueños
O regalarme la caricia de sus palabras desesperadas…